El método PennHip (Pennsylvania Hip Improvement Program) surge en la Universidad de Pennsylvania en 1983 gracias al Dr. Gail Smith, como método alternativo a las radiografías tradicionales para evaluar si un perro tiene o no displasia de cadera y su grado.
El fin del método PennHip es predecir si el perro va a sufrir de osteoartritis o enfermedad degenerativa de la articulación, que es lo que caracteriza la displasia de cadera.
Para ello se hacen tres radiografías de la cadera en posiciones muy concretas: una de distracción (para la que se usa un "distractor", el aparato que muestra la foto de abajo), una de compresión y otra con la cadera extendida. Las de distracción y compresión son las más importantes, ya que se usan para obtener medidas precisas y fiables de la laxitud articular y su congruencia (que la articulación "encaje" correctamente):
La radiografía de extensión de la cadera es la misma que se usa en el diagnóstico tradicional de la displasia de cadera y se usa en el método PennHip únicamente para obtener información adicional sobre la existencia de osteoartritis.
Las grandes ventajas del método PennHip son:
Sin embargo, el método PennHip todavía no es muy conocido y su gran desventaja es que el certificado final tras la evaluación de las radiografías es difícil de entender y difiere mucho de la clasificación tradicional de la displasia de cadera en grados A, B, C, etc según el sistema FCI o Excellent, Good, Fair, etc de OFA. Además pocos veterinarios están aprobados para hacerlo.