Como se ha comentado, la displasia de cadera tiene varios grados de gravedad. El sistema más utilizado en Europa y por lo tanto en España, utiliza 5 clases diferentes para dar a conocer el estado de las caderas de los perros tras ser radiografiados:
- A: LIBRE DE DISPLASIA. La cabeza del fémur y el acetábulo encajan perfectamente y el ángulo acetabular o ángulo de Norberg (en la foto) es 105º o más. El borde craneolateral aparece netamente definido y ligeramente redondeado. El espacio articular es escaso y estrecho. En caderas excelentes el borde craneolateral rodea la cabeza femoral en dirección laterocaudal.
- B: CASI NORMAL, GRADO TRANSICIONAL. La cabeza femoral y el acetábulo son ligeramente incongruentes y el ángulo de Norberg es 105º o más; o también puede darse que cabeza y acetábulo encajen perfectamente como en una cadera normal y que el ángulo de Norberg sea inferior a 105º.
- C: DISPLASIA LEVE. La cabeza y el acetábulo del fémur son incongruentes, no encajan. El ángulo de Norberg es superior a 100º y/o hay un pequeño aplanamiento del borde craneolateral. Pueden aparecer irregularidades o ligeros signos de cambios osteoarticulares, incluso en la cabeza y cuello del fémur.
- D: DISPLASIA DE CADERA MODERADA. Existe una incongruencia clara entre la cabeza femoral y el acetábulo con subluxación (desplazamiento de la cabeza del fémur respecto al acetábulo). El ángulo de Norberg es superior a 90º. El borde craneolateral está aplanado y existe una clara malformación de la articulación en general.
- E: DISPLASIA SEVERA. Hay señales muy marcadas de displasia en las caderas, como luxaciones y subluxaciones. El ángulo de Norberg es menor de 90º, con un borde craneolateral plano, deformación de la cabeza del fémur (puede aparecer con forma de hongo, aplastada, etc) u otros signos de osteoartrosis. En la foto, cadera con displasia severa.
A la hora de criar, los ejemplares con grados D y E están totalmente desaconsejados y jamás deberían ser usados en un programa de cría. Para el resto depende en gran medida de la normativa de cada raza y país en concreto. En el caso del malamute se suele aceptar cruzar ejemplares que tengan hasta un grado C con la condición de que la pareja sea de grado A. Un grado B podrá ser usado con otro grado B o con un A, y un A obviamente con un B y un C. Sólo así, respetando estas normas y estudiando la genealogía de las líneas, se podrá ir eliminando la incidencia de esta enfermedad.
Por ello también es muy recomendable conocer las distintas notaciones de los grados de displasia que se usan en otros países, con el fin de estar seguros que el cruce es adecuado.