Como dice el estándar de la raza, el alaskan malamute es un perro afectuoso y amigable con las personas, motivo por el cuál puede ser un perro perfecto como perro de compañía y por el que no es apropiado como perro de guarda. Siempre está dispuesto a jugar, incluso a edad avanzada, pues tiene un espíritu muy alegre e incluso en los momentos más tensos (cuando les estás regañando tras una fechoría por ejemplo) se las apañan para arrancarte una sonrisa con sus payasadas.
Las personas que conviven con un malamute de Alaska y que aceptan sus particularidades (no es una raza perfecta, ojo, ver Pros y Contras por ejemplo) suelen comentar que es una raza especial, con la que se consigue una conexión especial que no se tiene con otros perros. Mi opinión personal es que este tipo de perros nórdicos conservan mucho más presente las reglas y formas de comportamiento de sus antecesores los lobos, donde la jerarquía y las relaciones entre miembros de la manada son muy importantes. En una manada de lobos, el más mínimo gesto o mirada tiene un significado concreto y ayuda a la comunicación y coordinación de sus miembros.
Pues bien, extrapolándolo al malamute no es raro que los dueños de estos preciosos animales solamos comentar que una mirada basta para que el perro sepa lo que le pedimos y para que nosotros sepamos qué es lo que quiere decir nuestro malamute, es decir, la relación suele ser muy profunda. Tampoco es raro encontrar personas que ven en su malamute a uno de sus mejores amigos.
Pero para llegar a esta conexión malamute-humano hay que trabajar y tratar con el perro desde los primeros días de convivencia con nosotros. Los malamutes no estarán dispuestos a cooperar con nosotros a menos que nosotros pongamos de nuestra parte. Se podría decir que un alaskan malamute vive contigo, no para tí. No te asustes, cuando me refiero a trabajar y tratar con el perro, se trata simplemente de interactuar con el perro: jugar con él (¿no te he dicho que son muy payasetes?), acariciarle, llevarle a pasear, darle la comida, cepillarle, etc. es suficiente para que el perro esté dispuesto a aprender las órdenes y normas básicas que le enseñes.
Respecto a la relación de los malamutes con otros perros, a lo largo de la web comprobarás que son perros por lo general dominantes con otros especímenes caninos. Hay gente que tiene malamutes conviviendo en un grupo de perros sin problemas pero hay que tener presente que precisamente por sus arraigadas costumbres loberas, el malamute intentará escalar puestos en la escala jerárquica y puede que haya enfrentamientos periódicos que habrá que vigilar y saber controlar.
Esto es un pequeño esbozo del temperamento del alaskan malamute, visto desde los ojos de una apasionada de la raza. Quedan más puntos a tratar porque es un animal complejo, por eso te animo a seguir leyendo las distintas secciones de la web y a que te pases por los foros para ver las opiniones de otros dueños de malamutes.